El auto que mas me costó tener.. Ootra anécdo-18 para variar. Puede que se ponga buena, no lo sé, ustedes dirán pero yo cumplo con el Diecast Central. Así que quejas y comentarios, a los comentarios por favor.
Resulta que un día por allá de finales de los 90's, 1999 aprox. talvez cerca ya del 2000, como cada año, tenía que ir yo a hacer unos trámites relacionados con mi Grand Marquis y de paso a renovar mi licencia, por lo que me lo tuve que llevar a una delegación algo retirada de aquí que era donde me correspondía en ese entonces. Como algunos de ustedes sabrán, mi Grand Marquís, al ser el mío y en especial el mío, auto de importación, siempre fué algo problemático y engorroso para cualquier trámite y esa ocasión como otras, aparte de perder un ratote esperando me rebotaron de regreso no recuerdo bien ahora porqué pero para mí ya era casi habitual y en ese momento ya no me quedó tiempo para lo de mi licencia.
Bueno, ya para regresar, como el lugar era muy grande había que atravesar caminando una amplia plazuela como explanada con bancas, jardineras y toda la cosa, en la cual habitualmente se ponían algunos puestos informales de artesanías, chucherías y "fayuca" (pequeño contrabando) entre otros, que ya había yo visto antes en alguna ocasión. Pero ese día iba yo pasando ya para llegar al estacionamiento cuando veo un puesto con carritos.. Wow..
No lo había visto antes, que porque se ponía del otro lado según el vendedor.
Me puse a ver y hubo uno que luego luego resaltó a la vista para mí, ya que tenía solo unos pocos 1:18 expuestos para vender aparte de los de menor escala (y muchos de los de pullback).
Ese auto que resaltaba a la vista entre los demás era un flamante Belair del 57 azul en su base. En esos días no tenía yo ningún Belair en mi colección y la verdad es que quedé flechado. Hasta sus pequeños cromos me deslumbraban con el sol, lucía formidable.
Le pedí al vendedor que me lo mostrara y... ya no lo pude soltar.
-"¿Cuanto es lo que vale el Belair ?"-
-" 350 pesos".- Me contestó.
-" Y.. ya es lo menos ?"-
Y el muy ca.. como seguro se dió cuenta o fuí muy evidente de mi atracción por el carrito, replicó en tono muy firme y algo desafiente :
-"Sí guerito, ya es lo menos.. De hecho, ya me lo habían apartado, un empleado de las oficinas de allá arriba (señalando a un edificio conjunto) pero no me ha traido el dinero."- Y casi me lo arrebató de las manos para meterlo en su caja.
Ante la duda y con el tapete que se me movía, que saco el dinero.
-" Démelo, me lo llevo. "- Le dije casi de la misma manera.
Se me quedó viendo por un instante..
Le pagué y me lo entregó para después decirme en otro tono y con sonrisa de villano: -" Gracias guerito, que le vaya bien.."-.
Yo no sabía si era cierto o si había caído yo en la trampa pero me retiré y bonito que me veía atravesando casi media plaza entre pura gente con portafolios y documentos y yo con mi folder y mi cajota de 1:18 caminando apresuradamente feliz como una lombriz, con el dinero de la licencia ya incompleto casi por completo, jaá !
$350 pesos en esos días por ese auto sí estaba algo caro pero tampoco había mucha variedad por ese entonces. Regresando al relato, era tal mi emoción por el autito, que cuando llego al auto, en lugar de guardarlo en el baúl casi lo aventé en el asiento delantero del Marquís y me arranqúe de ahí. Me urgía llegar a casa para esconderlo, meterlo o lo que fuera.
La cosa es que viniendo yo de regreso y como el camino a casa era algo largo y enredoso, nada mas venía yo mirando a cada rato el autito en su caja hasta que en una de esas que ya no aguanto y que me paro a medio camino, a un lado y a media avenida para sacarlo de su caja. Lo estuve contemplando y observando y no contento con eso que saco el desarmador integrado en mi navaja suiza para desmontarlo de su base. Ahí estoy yo, frente al volante casi agachado abriéndole y cerrando las puertitas al autito y demás ignorando el paso de los demás autos y uno que otro toquido de claxon con su respectivo reclamo cuando de pronto me pasa de lado una patrulla a muy baja velocidad con un solo oficial y que se me queda viendo a su paso. En ese me momento se me congeló la sangre al acordarme que había venido yo conduciendo con la licencia vencida y la tarjeta de circulación del auto expirada, que era parte de lo que iba yo a tramitar (cambio de propietario).
Así que me incorporé rápidamente al mismo tiempo que pensaba:
-" Que no se pare , que no se pare , que no se pare.."- ..Y que se para... casi orillándose poco mas adelante de donde yo.
-"En la ma..."- me dije a mi mismo, como siempre. Inmediatamente, que pongo el autito sobre mis piernas y fingiendo mucha seguridad tomé el volante viendo hacia el frente (con mis gafas oscuras, como siempre puestas también) directo a la patrulla al mismo tiempo que el agente me observaba fijamente por su espejo retrovisor..
Fueron unos segundos de mucha tensión y un gran silencio psicológico. Permanecí inmutable..
Aunque casi no se percibía, yo tenía el motor en marcha y no se bajó el oficial de la patrulla. Como si fuera el viejo oeste, (jaá !!) se arrancó despacio hasta que se incorporó de nuevo a la circulación. Esperé un poco a que se alejara y después de un buen respiro me arranqué yo también poniéndome el autito a un lado en el asiento como cachorro para que no se me fuera a caer.
Este no viajó en el baúl y que sustote me sacó. Lo que me hubiera costado la multa o mínimo la "mordida" si al oficial se le ocurre bajarse y pedirme la licencia... y la tarjeta de circulación..! Fácil: Detención, corralón, arrastre (grúa), multa, pensión, copias, el café.. mis zapatos.. (jaá!) y lo que resulte. Sí, todo se lo cobran una vez que caes.
Mi deducción es que como el Grand Marquis se imponía mucho (modestia aparte, jaá!), no solo el mío sino todos en general, y además de siempre haber sido por acá y por esas épocas el auto preferido de los agentes judiciales, sumándole que tengo la cara del guapo Ben y que siempre ando con gafas oscuras.., pues el señor oficial lo dudó. Y si ese día hubiese andado yo en mi Vochito escarabajo, la historia indudablemente sí hubiera sido otra. Lo que hasta la fecha me pregunto es cual hubiera sido la reacción del poli si me hubiera pillado ahí, dentro del auto, abriéndole las puertitas y el cofre al carrito, cual vil jarioso amante, a media avenida transitada mientras los demás autos me pasaban de lado a toda marcha ? Seguramente se hubiera cagado de la risa... y yo del osote.
Por eso es que este Belair del 57 aunque no es el autito que mas me ha costado tener, sí es el que mas, mucho mas me pudo haber costado tener.
Y en cuanto al pillo, perdón, vendedor de aquel puesto en aquella plaza, regresé a comprarle uno por uno, con cualquier pretexto ademas del real, en un lapso de varias semanas, los autitos 1:18 que le quedaban. Un total de 6.
Sin duda, otros tiempos para mí.
Saludos, mis amigos.
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